El taxista porteño me ve salir
de un estacionamiento
en mitad de cuadra
y frena
Me cede el paso
y pienso en apurarme
porque sé de su fama de pendenciero
y puteador
Pero justo pasa una señora
de la mano con su hija
por la vereda
entre mi auto y la calle
Y el camino está libre
pero el taxista porteño no acelera
ya decidió que no va a pasar
hasta que yo lo haga
Y atrás se acumulan autos
que le tocan bocina
motos que lo pasan por ambos lados
Pero él resiste
A media cuadra del obelisco
donde las palomas son gordas
y caminan entre la gente
Él resiste
La señora con la hija avanzan y
me liberan el camino
salto a la calle Tucuman
y le levanto la mano
No llego a ver su cara
pero imagino
lo que le dice
a su pasajero
Que èl no sabe
quien tiene que ser
el 5 de Racing
Ni que plan económico aplicar
No le dice
que el día más feliz de su vida
fue
cuando dejó a su mujer
Tal vez le cuenta
que nunca
pero nunca
lo encerró un colectivo
Que ellos
también
los colectiveros
están trabajando
Tal vez le señale el taxímetro
y le diga que no se preocupe
que él no cobra por tiempo
sino por distancia
Y que mejor
tarde
pero
seguro
O tal vez no
y solo frenó
y esperó
ante mi salida
Para darle tiempo
a algún pasajero
a llegar
a la parada de la esquina.
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