Un viajante sonríe en un viaje prohibido por un virus muy viajado. Sabe que quedarse en la quietud no es lo suyo, que el quedado no es el. Sabe que los controles no controlan al controlado y levanta el pie del acelerador. Sabe que va a elevar la mano y elevada quedará la mano del policía que ordene la elevación de la barrera. Sabe que la sabiduría de sabio le permitirá llegar a su destino. Lo q no sabe es que con la idea de sorprender el sorprendido también será él cuándo vea la cara de sorpresa de su novia al verlo llegar mientras despide a su amante.
brunodipardo
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